"Lo cierto es que mil hombres y otros mil arribaron por un mar que tenía cinco lunas de anchura y aún estaba poblado de sirenas y endriagos y de piedras imanes que enloquecen la brújula. Prendieron unos ranchos trémulos en la costa, durmieron extrañados. Dicen que en el Riachuelo, pero son embelecos fraguados en la Boca." "Fundación mítica de Buenos Aires" Jorge Luis Borges
miércoles, 4 de abril de 2012
Charla taller en el jardín japonés
Dentro de las actividades extracurriculares estoy dando una charla-taller en el Jardín Japonés el día sábado 7 de abril a las 16 hs. sobre "haiku", un tipo de poesía japonesa. Están invitado a participar, es parte del programa de primero y segundo año, así que resulta un anticipo para lo que vamos a ver en el año.
Introducción
El destino puso nombre a este blog cuando ya tenía este servicio web la reserva de “Lengua Nocturna”, así tomé lo que tenía al alcance, unos versos de Jorge Luis Borges que nombran al barrio de La Boca con cierta sorna; " Fundación mítica de Buenos Aires” dice que el lugar de la creación de la ciudad fue Palermo y adjudica a los boquenses un falso atributo. La antropología arqueológica contradice la poesía de Borges, está comprobado que Buenos Aires se funda por vez primera en lo que actualmente es parque Lezama, a la entrada del barrio.
Lo lindo, y existe belleza en la literatura, es la forma en que Borges dice que es mentira, calificando de “embeleco” lo que se “fragua” en la historia del barrio. La Real Academia define la palabra de la siguiente manera:
embeleco.
Me parece interesante que la palabra tenga dos sentidos, el primero es “el engaño”, el segundo es coloquial y de Venezuela “el sentimiento desmedido de afecto”. Ambas cosas se dirigen a una idea negativa en la vida real, pero que es esencial en la literatura. No hay ficción sin engaños, si exageraciones. La misma idea de Borges de poner la fundación de Buenos Aires en el barrio donde se crió indica esa idea, es el engaño, el “chamuyo cariñoso”, que acompaña a las palabras para conseguir crear una historia que no necesariamente recrea la realidad sino que la reinventa.
Es necesario una “lengua nocturna”, una “lengua boquense” lista a “fraguar embelecos”, a crear historias.
Sean bienvenidos mis alumnos a leer, a reflexionar, a encontrar musas en el arte de escribir.
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